El Pais egunkariak gaur dakarren Arnaldo Otegiri egindako elkarrizketa hagitz argigarria da aspaldi honetan Euskal Herrian gauzatzen ari den baketzea eta normalkuntza politikoa eskuratzeko ahaleginari dagokionean. Politikari honen sendotasuna borroka armatua gaindituta dagoela baieztatzean bultzada bat izan behar du norabide horretan.
Que el diario El País, buque insignia del grupo PRISA y estrechamente vinculado al PSOE, publique una entrevista de cuatro páginas en domingo a Arnaldo Otegi que actualmente está preso en la cárcel de Navalcarnero y le dedique, además, la primera página y el editorial, es ya de por sí un claro síntoma de que algo se está empezando a mover en Madrid con respecto al tema de la pacificación y la normalización política en Euskal Herria. Para NaBai de Berriozar el hecho en sí de la entrevista es ya una buena noticia.
No obstante el contenido de la propia entrevista no desmerece en absoluto la expectación levantada por el periódico. En ella Otegi da un nuevo impulso al camino ya iniciado por el movimiento abertzale que lidera y se sitúa sin fisuras en los contenidos del acuerdo de Gernika que fue firmado, además de Batasuna, por los partidos EA, Aralar, Abertzaleen Batasuna y Alternatiba. La rotundidad de Otegi al afirmar que “no existe más camino hacia la independencia que el que se desarrolle por vías pacíficas y democráticas” y que “no contemplamos compatible con la estrategia independentista el recurso a la lucha armada” supone un giro considerable en las manifestaciones públicas de los líderes de la Izquierda Abertzale Histórica. A ETA le pediría “una tregua permanente y verificable” y se desmarca de cualquier justificación de la kale borroka. Pero lo más importante es que estas declaraciones no nacen de su inspiración personal sino que están avaladas por la gran mayoría de los seguidores de Batasuna que así lo han decidido en un proceso de debate interno.
Desde nuestra modestia no cabe sino congratularnos porque las tesis defendidas por NaBai desde el principio vayan calando en otros sectores abertzales. Es tiempo de paz y normalización política, de que no haya más atentados ni se generen más víctimas y de que se den pasos exclusivamente políticos hacia el derecho de autodeterminación. ETA y el Gobierno de Madrid deberían tomar nota de la situación y los demás ayudar en todo lo que esté en nuestra mano para que esta expectativa incipiente vaya tomando cuerpo también en nuestro pueblo. El Acuerdo de Gernika constituye un paso muy importante en este sentido.
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