por Xabi Lasa
La
situación generada en Navarra a raíz de la aplicación del Real
Decreto Ley 20/2012 que elimina el pago de la mal denominada “paga
extra” podría calificarse de kafkiana, sino fuera porque en nada
cabe comparar este “vodevil” del tres al cuarto con la obra
literaria del genial escritor checo.
Resulta
que el pasado julio (para mayor alevosía en plenos Sanfermines) el
Presidente Rajoy y sus ministros deciden dar una vuelta de tuerca más
al empobrecimiento de la economía estatal y aprueban una serie de
medidas que, a beneficio exclusivo de la banca, dan la puntilla a lo
poco de social que le quedaba a su España. Entre ellas destaca la
de dejar de pagar a los trabajadores de la Administración Pública
una parte de su salario (el 7% aproximadamente), medida que
metafóricamente califican como de supresión de la “paga extra”,
bajo el compromiso de abonarla en el año 2015 “si mejora la
situación económica” –vaya compromiso-. La medida choca de
frente con la legislación Navarra, que tiene competencia exclusiva
en materia referente al régimen estatutario de los funcionarios
públicos en la Comunidad Foral. Para afrontar el conflicto con
superioridad Rajoy y sus amigos deciden calificar la medida como
“norma básica” de obligado cumplimiento, con lo que, ya de
partida, convierten a sus posibles adversarios en pigmeos
–reflexiónese sobre el verdadero valor de nuestros supuestos
derechos forales-.
sigue...
Así
UPN, partido que no duda en proclamar como su máxima (cuando le
interesa) la defensa de la identidad de Navarra, claudica a las
primeras de cambio y decide acatar la norma de Madrid a pie
juntillas. Para disimular su rubor se inventa un truco: adelantar la
“extra” de junio a primeros de enero. Eso sí, en 2012 una paga
extra y en 2013 como máximo dos, ergo
obedecemos a Madrid y disimulamos ante Navarra. Pero va y resulta que
el Parlamento, sede de la soberanía popular navarra (por lo menos
mientras UPN y el PP no demuestren lo contrario) decide no acatar la
imposición y legisla a favor de pagar un complemento sustitutorio de
la extra que garantice que los trabajadores y trabajadoras de la
administración pública no perderán salario en 2012. Resultado: la
derecha en el atolladero, si no paga incumple la legalidad navarra y
queda mal, si paga se le enfadan los primos de Madrid que no tardarán
en pasarle factura.
¿Ante
esta situación qué hacer? Pues la del calamar. Mancharlo todo de
tinta, volver la situación caótica y a ver si a río revuelto
consiguen salir del apuro y, de paso, “cargarle el mochuelo” a
otro. También confundir a los ayuntamientos para intentar que no
paguen. Por eso los próceres de UPN se encargan de extender a los
cuatro vientos que si se paga en diciembre el Estado recurrirá y los
trabajadores tendrán que devolver lo cobrado. Se les olvida decir
que, bajo ese mismo punto de vista, adelantar la paga de junio a
enero sería igualmente ilegal y probablemente el Estado lo recurra
de igual manera. También se les olvida recordar que quien decidirá
en última instancia es el Tribunal Constitucional y no el Gobierno
de Rajoy y que, por supuesto, ese tribunal no ha anunciado su
sentencia ya que de momento no hay recurso.
A
todo esto, mientras UPN siembra confusión, el PP amedrenta. La
Delegación del Gobierno, en un acto de abuso sin precedentes en
Navarra, envía misivas coactivas a los ayuntamientos navarros
advirtiéndoles de que como paguen en diciembre van a ver. Pasa así
por encima de la autonomía municipal, del autogobierno foral y de
todo lo que se le ponga por delante. Y para rematar la ceremonia
aparece la Federación Navarra de Municipios y Concejos, advirtiendo
en circular que (sic.) “ni el abono del complemento ni el anticipo
de la paga extra podrán hacerse efectivos hasta que no se publiquen
en el BON las correspondientes leyes”. ¡Genial! Si la FNMC hubiera
actuado con un mínimo de prudencia debería haber dejado claro, en
primer lugar, que el Parlamento ha aprobado el abono de un
complemento personal transitorio sustitutivo de la paga extra de
diciembre y, en segundo lugar y con mayor gravedad, que un problema
de retraso administrativo en la publicación en el BON jamás podrá
suplantar la voluntad del legislador que afirma claramente que el
complemento debe abonarse en diciembre de 2012. ¿Pero es que alguien
se cree que el retraso en la publicación de la ley en el BON es
casual? Es evidente que en realidad el Gobierno de Navarra ha querido
retrasar los plazos para hacer inviable su cumplimiento. Utilizar ese
argumento para engatusar a los entes locales es vergonzante.
En
esta jaula de grillos, por tanto, unos confunden, otros amedrentan y
otros se inventan problemas. Todo con tal de impedir que Navarra
cumpla con su ley y pague el complemento que el Parlamento por
mayoría aprobó el 20 de diciembre. La caótica Yolanda y su amiga
Carmen quieren, cada una a su manera, que Navarra no actúe según su
propio criterio y pretenden, sobre todo, obstaculizar el cumplimiento
de las leyes que emanan del Parlamento de Navarra, cuando éstas no
les interesan.
Por
suerte, Navarra no termina ni en el caos ni en el miedo que siembran
estas señoras. Existen muchos ayuntamientos que sí han obedecido al
Parlamento y han actuado defendiendo el autogobierno de Navarra.
Instituciones que han puesto la justicia social, el respeto a los y
las trabajadoras y la defensa de Navarra por encima de la imposición
neoliberal con la que los Gobiernos del PP allá y de UPN aquí
pretenden ahogarnos. Aunque recurran los pagos nos defenderemos. De
momento lo que ya ha quedado claro es que en Navarra hay otro camino
y que está en marcha.
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