Extraño boicot

Hay algunas cosas que no se entienden fácilmente.
Que unas personas preocupadas por promocionar la igualdad de género en una localidad decidan boicotear los actos que se celebran en esa localidad con motivo del 8 de marzo no deja de ser una contradicción en toda regla.
Se podrá discrepar de las políticas de un ayuntamiento, se podrá pensar que están en un error e incluso criticarlo duramente y de forma constante como se ha hecho, pero que unos actos dirigidos a toda la población, recibidos por ésta con total aceptación y que son además continuación de los realizados los años anteriores sean boicoteados, se escapa a toda lógica.
Quizá alguna asociación no ha comprendido que trabajar por la igualdad de género no es monopolio de nadie sino labor de todas y todos. Quizá tampoco haya entendido que no es lo mismo defender el trabajo por la igualdad de género que defender sólo una forma de trabajar por la igualdad de género, y hacerlo de forma excluyente.
Es una simple reflexión, pero que viene bien al hilo de ciertas comunicaciones que se están produciendo contra el ayuntamiento de Berriozar y contra su equipo de gobierno. De todas formas es grato constatar que la semana por la igualdad que hoy concluye está siendo un éxito de participación. A pesar de boicots incomprensibles.